De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Fue un militar de la época de loh doloreh, que, debido a un cañonazo en la pata, vio la luz y se dedicó a amargar la vida a todos los jóvenes y jóvenas que, obligados por sus padres, acudían a estudiar a las escuelas militares regidas por la compañía que el fundó. Entre repartir hostias y dar clases, le dio por montar una fábrica de baterías de cocina, para hacer negocio en los comedores escolares de su propio holding.
Nació en la villa de Azpeitia justo antes de que Colón se tropezara con América, porque si llega a nacer después, este personaje hubiera nacido en California, sería un rubio con greñas y no un calvo con perilla. Y se hubiera pasado el día haciendo surf en sus playas. De familia pija, se dedicó a tocarse la entrepierna durante toda su infancia y a tocársela al resto de su vecindario, mientras correteaba por su pueblo y se dedicaba a mangar fruta de los árboles de sus vecinos. Harto de las travesuras de su hijo, su padre, lo mandó a hacer la mili a West Point.
Allí trabó amistad con los hijos díscolos de otras familias pijas e insufribles, como los hijos del duque de Alba, los Bush, los hijos del zar de Rusia, Lisa Simpson haciendo de cadete chica, el sobrino del tío Camuñas y Jordi Hurtado, que ya vivía entonces. Harto de hacer flexiones bajo los ladridos del sargento chusquero de la Chaqueta Metálica, decidió que los próximos ejercicios que hiciera en un futuro sólo serían espirituales, idea que maduró, hasta la podredumbre, en su época adulta.
Una vez graduado en West Point, por la universidad de Oxford, gracias a la beca como quarterback del equipo de fútbol americano, vuelve a casa con un par de barras de turrón, como en el anuncio navideño, con la intención de convertirse en un nini. Al mes de estar de botellon día sí y diá también, y apalancao con la playstation, su padre le agarra de las orejas y lo manda a la guerra.
Como capitán de la tropa castellana, se enfrenta a los navarros en la conquista de este viejo reyno, porque, una vez muerta Isabel la Católica, a Fernando de Aragón, le apetece hacer una OPA hostil y totalmente beligerante contra Navarra. Arrasan Navarra, para poder quedarse con el monopolio del patxarán, y sientan plaza en la ciudadela de Pamplona, esperando que sea 6 de julio, para poder irse al riau-riau. Sin embargo, los navarros que quedan indómitos, lo que ahora se conoce como la Baja Navarra de Francia, montan una ofensiva a la hora de la siesta y de un cañonazo le parten una pata. Es ahí cuando empiezan los males para la humanidad, pues ya se sabe que no hay cojo bueno.
Así que hecho una piltrafilla lo envían a su casa en parihuelas, que es una camilla cutre, porque los rickshaws eran un lujo asiático. Mientras yace, y yace mucho, en el lecho del dolor, y del olor, porque no le cambiaron las sábanas en meses, el tío se aburría cosa mala. Como no había ni internet, ni videojuegos, ni se había inventado la tele con esos bostezantes programas de tarde para abueletes, al bueno de Ignacio sólo le queda la masturbación y la lectura. Como lo mucho cansa, acaba pidiendo librillos, y tabaco, y luego, lectura. Pero ni había cómics de la patrulla X, ni libros de Estefanía, ni siquiera de Corín Tellado, y acaba pillando libros de santos. Acaba por ver la luz, gracias a apretar el interruptor de la lámpara de su mesilla de noche.
Y entonces, en pleno arrebato piromusical, Ignacio decide crear una nueva forma de orden religiosa: la orden de los Canteros. Y decide hacerse un viaje hacia Roma, pero le estafan en la agencia de viajes, porque lo contrata con Marsans y lo dejan más tirado que un condón en un descampado. Así que decide viajar a pata.
Y entonces cogió su vida y su mochilaaaaa, y se fue a hacer el camino de santiago, pero como se había comprado una brújula en un todo a 100 acabó yendo en dirección contraria hacia tierras catalanas. Subió la montaña de Montserrat y le cobraron un ojo de la cara por aparacr el coche y, más tarde, residió en Manresa varios meses donde perpetró los ejercicios espirituales, que son una manera estupenda de perder el tiempo haciendo creer a la gente que se piensan cosas profundísimas, pero comiendo gratis.
Poco después, ya en París, se puso a estudiar tarde, porque para ser cura hay que ser más listo que los demás. ¿Por qué creéis si no que comen gratis en todos los banquetes? Estudió cuando era mucho mayor que sus compañeros de clase, por eso se convirtió en el abusón del curso que les robaba los bocadillos y el dinero del café.
La inquisición, por sus ideas raras, intentó hacérselo a la parrilla, pero el papa de turno pensó que era mejor hacerse con sus maquiavélicas ideas, porque eso haría más poderosa a la iglesia. Y así fue.
Nunca olvidó que había sido militar, y por ello, su banda de gángsters está encabezada por ¡un general!Él fue el primero, que para eso jugaban con su balón, luego le sucedió en el cargo el General Electric, un yankee muy iluminado.
Acabó sus días de dominación terrenal en Roma, pero dirige su secta desde el más allá, que está un poco más acá. San Ignacio, en unión de otros forajidos, fue agrandando su secta de los canteros con la idea de dominar al mundo. Y en eso estamos.....
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